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[Reseña] Bubaseta y el perfeccionamiento de un estilo

Foto del escritor: Tinta NegraTinta Negra

Actualizado: 15 ene 2019

Voy a ser honesto con ustedes. Me declaro un ignorante del rap chileno. Si me preguntan sobre artistas del género en nuestro país, no sería capaz de nombrarte a más de cinco. Sin embargo, mi trabajo es hacer reseñas de los músicos que trabajan con nuestro sello discográfico, los cuales se componen en su mayoría de raperos y “hiphoperos”. Por lo tanto, me veo en la necesidad de interiorizarme en el tema siendo Bubaseta mi puerta de entrada al rap nacional.



Los inicios con la escuela del interior

Para escribir de Bubaseta, primero tenemos que adentrarnos a la escena musical urbana que existía en el país a principios de los 2000, específicamente en las ciudades ubicadas al interior de la V Región. Fueron en esos lugares donde varios jóvenes con ganas de hacer rap se unieron hasta al punto de crear un nuevo movimiento en el género.


Fue en esos años donde personajes como Chumbeque, Sancho Panza, el mismo Bubaseta y otros artistas emergentes crearon el 2004 Ninja Sekta, una agrupación de jóvenes dispuestos a entregar su vida por el rap. Las canciones estaban mal grabadas y su estética era muy amateur, pero tenían la actitud y el talento, y con eso bastó para que la gente del sector comenzara a escucharlos.


En aquellos tiempos, sólo necesitabas un pc, buenas letras y las ganas para hacer hip hop. Es cosa de ver las más de 100 mil reproducciones que tienen las canciones de Ninja Sekta y de recordar cómo la gente destrozaba las vigas del antiguo Teatro Velarde con sus saltos al ritmo del beat. Las rimas eran duras, pero retrataban a la perfección la cotidianidad de los habitantes de Quilpué, El Belloto y Villa Alemana.



Grupos como “Ekipo de Asalto”, “Ninja Sekta” y King Kong Click fueron las escuelas musicales para Bubaseta, pues gracias a estas experiencias pudo desarrollar un estilo propio, un flow que solo se aprende viviendo y cantando en los barrios del interior. Una característica que hasta el día de hoy sigue siendo su marca distintiva.

Buba solista

Con el lanzamiento de su segundo disco, El Juego Sucio (2009), Bubaseta comienza a ser reconocido dentro de la escena nacional, dando recitales por todo el país y creando lazos con exponentes del rap como Movimiento Original y Hordatoj. Este álbum marca un antes y después en la carrera de Bubaseta, quien en esos años buscaba llevar su trabajo a un nuevo nivel; mucho más profesional y serio.


Si comparamos Ninja Sekta con Bubaseta como solista, este último muestra una evolución en el contenido de sus letras, las cuales son mucho más maduras. Sin embargo, la identidad cruda de esas bandas de antaño sigue latente en Gianni Canisso como las raíces de un árbol que sostienen el tronco musical del rapero.



Las bases del disco destacan por tener sonido sucio (de ahí el nombre del álbum), el cual contrasta con las envolventes melodías de las voces. Fue en ese momento cuando Bubaseta se da cuenta del valor de las armonías vocales, por lo que en sus siguientes trabajos comienza a abrazar otros ritmos musicales para así combinarlos con su rap.

Aviones de Papel (2010) posee la misma estructura, pero la calidad de los coros mejora.


Ahí es cuando Bubaseta inicia sus coqueteos con el reggae y en Flow Fantasy (2017) lo perfecciona. Asimismo, nuestro artista comienza a complementar su música con una propuesta audiovisual sólida, incursando en la rama de la dirección y desarrollando sus propios videoclips.

Hoy en día, Bubaseta tiene más de 18 millones de visualizaciones en Youtube con su sencillo “Baby Girl” y más de 150 mil oyentes mensuales en Spotify.

La superación de las barreras

Hoy en día, Bubaseta tiene más de 18 millones de visualizaciones en Youtube con su sencillo “Baby Girl” y más de 150 mil oyentes mensuales en Spotify. Sin contar con los millones de reproducciones que tiene con el King Kong Click.


La gente se sorprende por su singular estilo y gracias a las plataformas web, Buba ha podido internacionalizar su carrera hasta el punto de adquirir una fanaticada fuerte en países como Colombia, Ecuador y España. No obstante, basta con visitar sus tierras y escuchar la música que sonaba en ese tiempo, para entender cómo adquirió esa singular manera de rapear.



Quilpué es una ciudad dura para la formación de un músico y el centralismo en Chile lo mata todo. Sin embargo, los artistas que logran superar aquellas dificultades son capaces de sobrevivir a cualquier cosa que se interponga en su camino si se lo proponen, pero ¿qué viene ahora?


Desafíos

Personalmente, durante mi recorrido por su discografía, disfruté mucho escuchar estas canciones mientras hacía mi rutinario trayecto de mi casa al trabajo. Si bien la estructura de sus melodías puede sentirse un poco repetitiva, te dejas llevar con el beat. Las rimas las sientes propias, como si el Buba cantara sobre tu vida o las experiencias que viviste en tu juventud.


Los futuros desafíos de Gianni son inciertos, pues van a depender del camino que él quiera para su carrera. Por un lado, Bubaseta se encuentra en tiempos privilegiados, donde los ojos de la industria cultural ya no sólo están puestos en los artistas norteamericanos y europeos. Pero por otro, eso también implica que la “competencia” para destacar va a ser más dura. El concepto de “artista local” en esta época dejó de existir (para bien y para mal).


Si Bubaseta quiere evolucionar como artista, no debe dejar de lado su identidad, ya que sus canciones son un claro reflejo él mismo y sus seguidores lo saben. Por lo tanto, cualquier cambio en su estilo, la fanaticada lo notará al instante.


Sólo sé que Bubaseta ya dejó su marca en la escena del rap con un estilo distintivo, el cual logró perfeccionar con el paso de los años y que estoy seguro que no morirá, pues Buba está orgulloso de su origen, de sus calles, de sus raíces.

 
 
 

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